La nicotina y el corazón.

La nicotina es un alcaloide que fue descubierto por los científicos alemanes en 1829. Recién extraída de la planta, tiene consistencia de aceite fluido incoloro, de olor desagradable y muy soluble en agua, y es elaborada por la raíz de la planta de tabaco. De 79% a 88% de la nicotina que se encuentra en el humo de cigarrillo inhalados es absorbido por los pulmones, lleva hacia la sangre. Contra las arterias y estimula el corazón y el cerebro.
Taquicardia: La nicotina provoca taquicardia, o aumento de los latidos del corazón; pero también puede producir una marcha más lenta del corazón. El tabaco puede causar fuerte desequilibrio cardíaco, ya que de un normal de 70 a 80 latidos por minuto, puede producirse 90 a 100.

Las siguientes declaraciones del Dr. Carlos Capdevila, ilustrar el efecto de la nicotina sobre el músculo cardíaco, Ojalá que su lectura induzca a muchos fumadores a comprender que está imponiendo una enorme carga a su corazón y que por lo tanto deben dejar de fumar.

E curiosa como algo tan sin cuidado para muchos como el fumar, puede aumentar tanto el trabajo cardíaco en individuos normales. Veamos: si le aumentan 10 latidos por minutos, en una hora el corazón la tira 600 veces más, y en 18 horas 10,800 veces más de lo necesario.

Tomó 18 horas como día de acción farmacológica de la nicotina porque calculo que el fumador ha dormido 8 horas y de ellas ha usado por lo menos 2 horas en desintoxicarse de la nicotina absorbida durante el día, por lo que quedan sólo 6 horas en que ese organismo no está sometido al efecto del alcaloide. En un mes el corazón habrá latido 324,000 veces más y en un año 3,888,000 veces innecesariamente.

Sí fumar un cigarrillo produce un aumento innecesario de 20 latidos por minutos en lugar de 10. Cómo sucede en muchos casos y ha sido demostrado experimentalmente, entonces el corazón habrá latido 7, 760, 000 veces de más en un año, trabajo que se habría podido evitar si la persona no hubiera fumado. Es una insensatez imponer al corazón un recargo tan innecesario y perjudicial.
Un corazón enfermo por la sólo presencial de la taquicardia, a pesar de su gran margen de capacidad funcional, puede tomarse insuficiente para dar circulación a todos los órganos, en la medida que lo necesitan, lo que pone en peligro la vida del fumador.