El monóxido de carbono. Después de la nicotina, es el componente tabáquico que ejerce una acción farmacológica más agudo en el organismo del fumador. Es gas sin color, sin olor ni propiedades irritantes, producido por la combustión del tabaco o de cualquier otra sustancia orgánica. Deteriora la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
La hemoglobina tiene una afinidad con el monóxido de carbono 250 veces mayor que con el oxígeno. Por lo tanto, cuando una persona fuma, introduce monóxido de carbono en la corriente sanguínea, con lo que neutraliza o inutiliza el 10 al 15% de la hemoglobina.
Para que se produzca los síntomas de envenenamiento por monóxido de carbono es necesario que haya una sustancia de aproximadamente 20% de la hemoglobina. Sin embargo, las personas con afecciones cardíacas o del aparato circulatorio, están sujetos a serios problemas aún con concentraciones menores de monóxido de carbono o saturación de la hemoglobina.
Sabemos que nuestro corazón necesita una abundante proporción de oxígeno para que funcione eficientemente. Cuando les falta el oxígeno, comienza la función mal. La disminución del oxígeno en la célula es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados.
En los Estados Unidos, la enfermedad del corazón se han transformado en el asesino número uno. Y entre ellas las enfermedades de las arterias coronarias figuran como el factor determinado en casi la mitad de los muertos clasificada como del corazón.
La hemoglobina tiene una afinidad con el monóxido de carbono 250 veces mayor que con el oxígeno. Por lo tanto, cuando una persona fuma, introduce monóxido de carbono en la corriente sanguínea, con lo que neutraliza o inutiliza el 10 al 15% de la hemoglobina.
Para que se produzca los síntomas de envenenamiento por monóxido de carbono es necesario que haya una sustancia de aproximadamente 20% de la hemoglobina. Sin embargo, las personas con afecciones cardíacas o del aparato circulatorio, están sujetos a serios problemas aún con concentraciones menores de monóxido de carbono o saturación de la hemoglobina.
Sabemos que nuestro corazón necesita una abundante proporción de oxígeno para que funcione eficientemente. Cuando les falta el oxígeno, comienza la función mal. La disminución del oxígeno en la célula es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados.
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